viernes, 29 de marzo de 2013

Mayor reparto de trabajo

Hace tiempo que no reflexiono sobre este papel en blanco, yo creo que ya va siendo hora.

Lo hago ahora que estoy viviendo una experiencia fuera de España, en un país diferente, muy diferente, donde se mezclan varias tradiciones.

Estoy en Isla Mauricio, un país joven situado en una isla del océano Índico, que ha sido colonia francesa y británica, donde viven hindúes, africanos, europeos y chinos.

La tasa de paro aquí, en este confín del mundo, es muy inferior que la española, y del nivel de Alemania.

El secreto es el reparto del trabajo. Estando aquí te das cuenta de que en Europa saturamos mucho a las personas en su trabajo, encargándoles de varias funciones, las cuales provocan ansiedad, estrés y muchas horas de trabajo.

Pese a ello hemos construido un sistema de seguridad social que interviene para que las personas sin trabajos puedan tener cierta compensación para poder vivir, la cual funciona mejor en unos países que en otros.

Viendo esta situación, yo me pregunto, igual la solución no es proteger el desempleado, si no fomentar el reparto del trabajo.
Fomentar jornadas más de trabajo más cortas, de un máximo de 30 horas semanales, que propician una mayor felicidad en las personas al disponer más tiempo libre para su familia y un trabajo más especializado, en el cual sepa siempre lo que tiene que hacer disminuyendo sus problemas laborales.

Para fomentar esto habría que bajar también los costes laborales, es decir los pagos a la seguridad social, para intentar que al empresario le cueste menos contratar y pueda hacerse realmente el reparto de trabajo propuesto sin que se recorte significativamente el salario percibido por el trabajador.

Por ejemplo, si tienes tres empleados a jornada completa e indefinidos que cobran brutos 1.000 € al empleador le tocaría pagar 3.915 €. 
Con un reparto de trabajo  a 30 h, un 25% menos por persona, y pagando un 10% de bruto, 900 €, con 4 trabajadores tendríamos las mismas horas trabajadas (120h) y un gasto en salarios similar si redujéramos la cotización al 10%, total 3.960 €.

Por supuesto, esto provocaría un ingreso menor del estado, que tuvieran que bajar las prestaciones por desempleo, en tiempo o duración, pero haría que muchas de estas no hicieran falta y por tanto menos gasto y menos necesidad de financiación.