Debate político, el poder legislativo.

En las próximas elecciones de mayo, según parece en las encuestas, desaparecerá por fin la actual mayoría absoluta y absolutista de nuestro Ayuntamiento y Comunidad.

Con ello, y tal como defiende siempre la candidata a presidenta de la Generalitat Valenciana Mónica Oltra, se abre la vía para que los plenos municipales y las cortes representen lo que verdaderamente deben de representar, un espacio de debate y de legislación, donde todas las sensibilidades, mayorías y minorías esté representadas para tomar decisiones que nos afectan a todas y todos.

Tras la próximas elecciones, y espero que por muchos años, se separará realmente el poder legislativo (ayuntamientos o cortes) del poder ejecutivo (gobiernos), volviendo a momentos donde será necesario el diálogo y el ponerse en el punto de vista del resto de grupos políticos para llegar a consensos y soluciones por el bien de la mayoría y nunca en contra de nadie.

Las mayorías absolutas han representado durante estos 36 años de democracia, el absoluto desprecio a las minorías y, por ende, de la decisión y necesidades de los ciudadanos y ciudadanas que no han votado la opción mayoritaria y eso provoca un alejamiento de la clase política de la vida real y una sensación de impunidad y poder completamente deleznable.

 

La políticas y sus decisiones, como en toda parte de la vida, no es blanca o negra, hay muchos matices intermedios, los cuales se encuentran gracias a los debates y la cesión de las partes de dogmas absolutos por el bien de las personas que forman parte de lugar que gobiernan. Ésto no debemos olvidarlo nunca, pues nos debemos a las personas que nos han votado y también a las que no lo han hecho, y por ello, la llegada a acuerdos mayoritarios con un amplio apoyo ciudadano debe ser fundamental en cualquier acción legislativa.

Objetivo: acabar con el machismo

Un objetivo irrenunciable que considero fundamental para cualquier persona que se considere democrática es la igualdad total de hombres y mujeres en derechos, deberes, sueldos y responsabilidades.

Las personas de los dos sexos no somos iguales en comportamientos, sentimientos o visión de la vida en general. Esto es debido en gran parte a la educación, pero supongo que algo tendrá que ver la genética. La parte que viene de la educación la debemos de cambiar.

Además de estas diferencias hay otras que provienen de la educación machista que, sin darnos cuenta ni nosotros ni nuestras madres y padres, hemos recibido todas y todos, como los tópicos de guerra de sexos o los papeles en la casa y la empresa. 

Las mujeres y hombres son igualmente capaces para realizar casi cualquier cosa, sobre todo en el trabajo intelectual y en la organización y dirección de equipos y empresas y por eso es necesario forzar medidas que provoquen que esta igualdad sea real.

A mí, como a mucha gente, seguramente la mayoría, me parece completamente injusto que una persona, por motivo de sexo, deba estar en un puesto directivo o en una posición privilegiada en listas electorales, con cuotas establecidas por ley, pero estoy absolutamente de acuerdo y a favor con la Ley de Paridad y que esto se produzca. La única manera de conseguir la igualdad, con la educación que hemos recibido, es forzarla, tal y como se ha visto con el respeto a los no fumadores conseguido tras la ley antitabaco, antes de ella del todo impensable. En unos años, seguro que no habrá que forzar la presencia de mujeres en la dirección de nuestras vidas, y las que nos dirijan, seguro que será porque son mucho más válidas que muchos hombres.

A mí, la medida esencial que falta por aplicar es la regulación de los permisos de paternidad.

En mi opinión, es fundamental que se disponga de una baja por paternidad de la misma duración que la maternal, que ésta sea por lo menos de 4 meses y que comience desde que acabe la baja.

Esta medida haría que la maternidad empezará a dejar de ser una excusa para no contratar a mujeres en las empresas, ni a lastrar sus carreras o posibles ascensos, ya que el parón por el nacimiento de una hija o hijo se produciría en ambos progenitores. Además, rompería el mito de que la madre es quien debe de ocuparse del bebé y fomentaría la igualdad en labores caseras de manera inconsciente, la cual es más profunda.

Otro aspecto fundamental es la educación, tanto en la escuela como en las casas, las niñas deben deja de querer ser princesas y los roles clásicos deben de ser derruidos. Expresiones como "pegas como una chica" deben ser erradicadas de nuestro lenguaje y desde los ayuntamientos se deben promover actividades por la igualdad en todos los niveles educativos, principalmente en infantil y primaria, donde mediante juegos, cuentos (aquí un interesante enlace) y actuaciones se promueva un mensaje igualitario y lejos de clichés donde el chico no sea el héroe ni la chica la espere ser rescatada. Algunas iniciativas de este tipo existen ya, pero son minoritarias y esporádicas y deben de promoverse desde la administración responsable de los colegios, los ayuntamientos, pues además generan puestos de trabajo completamente igualitarios.

Cuando alguien se presenta para tener algún tipo de cargo público deber tener claro para que lo hace, que es lo que pretende y qué es lo urgente y lo importante.

A día de hoy, para mí, lo más importante es que haya un empleo digno para todos, lo cual repercuta en mejora de servicios sociales y en integración para personas con riesgo de exclusión, que lamentablemente son muchas.

Para lograr todo esto es necesario un trabajo a medio plazo, no existen varitas mágicas de solución, pero existen herramientas de trabajos previas que hay que tener claras para estudiar con todos los agentes implicados las soluciones reales. 

En Compromís per Alacant se ha trabajado en ello, habiendo elaborado un marco estratégico  que sirva como base para lograr esa ciudad amable, habitable, integradora y sostenible que pretendemos. Este marco sirve, tanto como origen de toda política que propongamos en el ayuntamiento como para el debate con los diferentes actores que pueden hacer buenas y viables todas nuestras propuestas, porque una ciudad vive y se mueve según anden sus políticos, sus empresas, sus colectivos sociales y sus ciudadanos y ciudadanas.

Sin embargo, considero que los más urgente es conseguir un ayuntamiento transparente como el agua, donde se sepa hasta donde se compra el café si se quiere saber.

La gente nos sentimos engañados por nuestros gobernantes, que se han parapetado en unas cúpulas de hormigón por donde no pasa ni la luz ni el aire, viciándose tanto entre sus muros, que terminan por confundir sus delirios de grandeza con las necesidades de la ciudad, lo cual, además de falso, es deleznable.

Necesitamos acabar con la corrupción y con los derroches absurdos, para lo cual no veo nada más efectivo que la mirada inquisidora de cuanto ciudadano o ciudadana lo desee, teniendo información previa y posterior a cualquier compra o adjudicación del ayuntamiento siempre que lo desee.

Por tanto, creo que lo más urgente, mientras se trabaja en lo importante, es cambiar la cúpula de hormigón por otra de cristal transparente y con muchas ventanas que intercambie frecuentemente el aire de la calle para permanecer consciente de para quien se está trabajando.

Reactivación en marcha

Llevo un tiempo donde mi actividad profesional ha dejado de lado, de nuevo, mi actividad política dentro de Compromís, participando y ayudando menos de lo que debería a este proyecto de cambio en el que creo.

Los motivos por los que entré a formar parte de esta formación siguen intactos y sigo identificándome con ellos más que con ninguna otra formación, nueva o vieja y solo necesitaba un empujón para volver a ponerme las pilas pues me creo capaz de aportar mi granito de arena, tal y como me lo han reflejado bastante bien los compañeros y compañeras.

Hoy, soy oficialmente candidato a las listas electorales municipales de la ciudad de Alicante en las primarias de Compromís y éste es el punto de partida de retomar mis ganas por cambiar esta sociedad participando seriamente, aportando mi parte de materia gris y también de entusiasmo.

En el mundo que yo deseo todas las personas somos iguales en derechos y deberes, sí también en deberes. Es lo mismo si eres mujer u hombre, sea cual sea tu orientación sexual, tu raza, tu lugar de nacimiento, tu cultura o tus creencias religiosas.

Tenemos que conseguir que los derechos sean iguales de verdad, asegurando la dignidad de las personas, el bienestar de las familias y la justicia en toda la sociedad.

Todo esto es posible si actuamos muchos en la misma dirección, sacando a la luz los abusos, ofreciendo posibilidades de desarrollo personal y empresarial, enseñando a los demás lo que mejor se nos dé, ocupándonos de los otros, que no por ser otros son menos que tú y participando en las decisiones, pidiendo explicaciones si no nos cuadran.

Por eso, yo participo en este proceso de primarias, y os animo a participar, que es muy fácil, solo con inscribirse en este enlace primaries.compromis.net.