jueves, 27 de septiembre de 2012

Lenguaje criminal en política

El lenguaje es muy importante para convencer a personas, y los gobiernos y políticos que han gobernado y no representan realmente a la mayoría, si no que quieren seguir haciendo política para beneficiar a algunos lo saben perfectamente.

Utilizan frases como arrimar el hombro, hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, nos vemos obligados a recortar, no es el momento de hablar de esto, y muchas otras para justificar sus medidas, estuvieran o no en sus programas electorales, con las cuales perjudicarán a la calidad de vida de una mayoría de la población para cumplir las espectativos de grandes grupos con gran poder económico y de presión cercanos al poder. 
Esto lo comparten el PP, el PSOE, CiU y el PNV principalmente, ya que son los que normalmente han ido gobernando y no representan a la gente que tiene más problemas para conseguir una vida digna, pese a que a muchos de ellos les voten las clases más desfavorecidas que tienen acceso a poca información y solo los ven a ellos.

Últimamente, en todos los ámbitos e instituciones, y hasta la semana pasada liderados por Esperanza Aguirre, los dirigentes del Partido Popular y la prensa de derechas no para de referirse, directa o indirectamente, a los de Izquierda Unida principalmente pero también a otras fuerzas políticas con la palabra de Comunistas.

Con ello quieren volver al significado despectivo de esta palabra durante el franquismo o durante la guerra fria y los presentan como unos seres rojos, con cuernos y rabo que huelen a azufre que pretenden montar un sistema político dictatorial donde todos pasemos hambre y se persiga a quien tiene éxito económico.

Evidentemente la mayor parte de Izquierda Unida son comunistas, pero no son estos seres que quieren que la gente piense que son. Son demócratas, la mayoría, y personas que piensan realmente que se puede cambiar la sociedad para dar una vida digna a la mayoría más desfavorecida.
Tienen una forma de hacer política propia, con las ideas muy claras, muchas de las cuales no comparto, por la forma y por el fondo, por eso participo políticamente en Compromís (a nosotros nos llaman radicales de izquierdas) y no en IU, pero que son tan respetables como cualquier otra y, evidentemente, mucho más respetable que las doctrinas de privatizar servicios y cargar con todos los gastos a la gente normal, trabajadora.

En definitiva, creo que es una táctica premeditada desde la calle Génova de Madrid, para que la gente tenga miedo de votar a los partidos que no formamos parte de la oligarquía de poder actual, PP y PSOE, que queremos modificar realmente las reglas de juego para que nadie pase por encima de los demás.


martes, 25 de septiembre de 2012

Economía del Bien Común

Ayer estuve en una jornada sobre el modelo sistémico de la Economía del Bien Común donde su creador, Christian Felber, nos aclaró algunos puntos y jugamos a simular otros.

La verdad es que volví de Ontinyent con la impresión de que con voluntad política es un sistema que, por lo menos en parte, debería de aplicarse ya que sería una superación de la democracia liberal y de la socialdemocracia, donde el individuo sería realmente el eje de todas las decisiones.

Es un sistema a aplicar de abajo a arriba, empezando por las familias y empresas y terminando por los gobiernos y estados y donde los valores cambian radicalmente.

Actualmente los valores que dominan en la vida empresarial, y por extensión en la vida cotidiana y las administraciones, son el afán de ganancias y lucro y la competencia.

El afán de lucro se puede entender como las ganas y las intenciones de ganar cada vez más y más dinero para que las cosas vayan bien.
La competencia, en este caso, se trataría de la lucha contra otras entidades para ponerse por encima de ellas y poder tener más ganancias.


Si valoramos conjuntamente estos dos vectores encontraremos acciones y sentimientos que producirían en rechazo para cualquier relación entre personas, lo cual demuestra que no puede ser bueno utilizar estos principios para desarrollar nuestra vida profesional y política.


El primer punto que hace que estos valores sean los principales de la vida empresarial es que se ha tomado como medida del éxito en dinero que se gana, cuando el dinero, la moneda, es simplemente un medio para conseguir cubrir las necesidades de las personas.

Es como si el objetivo fuera producir más y más combustible. El combustible es un medio para poder moverse, generar electricidad, calor, etc. Necesitamos la cantidad justa de combustible para conseguir nuestros objetivos, que es calentarnos, movernos o ver la televisión, sería absurdo medir nuestro éxito en la cantidad de combustible que tenemos.

Como primer apunto, y creo que básico para entender la teoría os dejo por hoy, pero seguiré desglosándola en el futuro.

jueves, 20 de septiembre de 2012

¿Acabarán los dogmas?

Estos días hemos tenido noticias sorpresa sobre dos políticos de signo opuesto, por un lado la dimisión irrevocables de Esperanza Aguirre y por otro la muerte de Santiago Carrillo.

A estos dos hechos, y de forma contraria, le ha sucedido una serie de comentarios y opiniones buenas y malas, dependiendo del medio de comunicación que leamos.

Los dos representaban los viejos dogmas, el liberal y el socialista.

El estar abrazado a un dogma es peligroso y, en mi opinión, nocivo, ya que eso te impide tener una mente abierta para ver la realidad, tocar y comprobar las impresiones y problemas de toda la gente, de diferentes estamentos sociales, y te provoca una dificultad inmensa para negociar y ceder en algunos aspectos, pasando a estar todo el mundo contigo o contra ti.
Los dogmas deben de superarse de una vez por todas, porque la vida no es dogmática, una veces te da y otras te quita y la suma de uno más uno no siempre da dos.

Es importante tener una base de lo que se quiere, y unos mínimos por los que trabajar, pero es importante tener mano izquierda y escuchar las opiniones y soluciones de los otros, adaptarse a las circunstancias y estar siempre en el día a día, en contacto con la realidad, para poder ofrecer respuestas a los problemas que se planteen y, sobre todo, adelantarse a ellos.

No hay que atacar al adversario siempre, despreciando todo lo que proponga, porque no es tu enemigo y muchas veces querréis conseguir lo mismo, y en política, el objetivo de todos debería de ser mejorar la vida de los ciudadanos y eso nunca se tiene que olvidar.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Pedagogía para los ciudadanos

Cuando haces una manifestación mucha gente solo está pendiente de la gente que ha ido, cual es la cifra, el número, como decía el principito, el del libro, los adultos solo piensan en números.

Lo importante de una manifestación, más que el número de gente que vaya, es cuantas personas conocen sus propuestas, cuantas comparten su reivindicación, cuantas se enteran de que ha habido un acto de protesta y cuantas conocen la realidad que les rodea.

Por mucha gente que haya o parezca que hay en una manifestación no hay que caer nunca en la autocomplacencia y hay que hacer pedagogía cada día con la ciudadanía.

Con todos nuestros amigos y familiares hay que hablar de vez en cuando, de manera amable, incluso de cachondeo y explicar nuestra visión y nuestra información sobre la situación política y social que nos rodea y, principalmente, sondear su opinión y saber que conocimientos tienen.

A la gente que nos informamos e intentamos participar en mejorar las cosas nos sorprendería darnos cuenta de la cantidad de gente que ni sabe ni contesta sobre la situación social y la influencia de los políticos en ella.

Por esto, hay que hablar y comentar, explicar y ser pacientes y comprensivos con los demás, cada uno tiene sus intereses, sus habilidades y la capacidades de crítica y comprensión de cada persona es diferente.

Y recordad, la gente que reivindica siempre es mucho menos que la que se queda cómodamente tomando algo o viendo el fútbol, por lo que nunca podemos caer en un mensaje de euforia tras una manifestación por numerosa que sea.
Os dejo la famosa frase de Martin Niemoeller erróneamente atribuida a Bertolt Brecht, a quien recomiendo leer por lo menos sus citas:
"Primero vinieron a buscar a los comunistas, y yo no hablé porque no era comunista. Después vinieron por los socialistas y los sindicalistas, y yo no hablé porque no era lo uno ni lo otro. Después vinieron por los judíos, y yo no hablé porque no era judío. Después vinieron por mí, y para ese momento ya no quedaba nadie que pudiera hablar por mí"

viernes, 14 de septiembre de 2012

Derecho a decidir

El pasado martes fue el 11 de septiembre.
Es un día importante, por los famosos atentados en Nueva York, y en España y Cataluña, porque se conmemora la caída de Barcelona a manos de los Borbornes en la guerra de sucesión en 1714 y que significó también la promulgación dos años después de los decretos de nueva planta y la derogación de los fueros de la corona de Aragón, dejando de ser España un país confederado y convirtiéndose en un estado centralizado.

Ahora ese día en Cataluña se conoce como la Diada y es su fiesta nacional (es una nación según el preámbulo de su estatuto). La verdad es que es para hacérselo mirar el declarar la fiesta nacional un hecho que provocó precisamente la abolición de sus derechos como nación.

Todos los años, ese día, se convocan actos para resaltar el sentimiento catalán y algunos para pedir su autoderteminación o su independencia, pero este año ha sido especial, porque la gran manifestación central, donde se pedía expresamente el derecho a ser un país independiente, ha tenido más apoyo que nunca, más de millón y medio de personas pidiendo separarse de España.

Personalmente no me gustaría dejar de estar en el mismo país que Cataluña y más en un mondo localizado como el que vivimos, donde no debería de haber fronteras físicas como casi no las hay en lo económico, pero creo que todo pueblo debería de tener el derecho a decidir su propio futuro.

Si la mayoría de la población de Cataluña, o del País Vasco, o cualquier autonomía quisiera separarse de España debería de tener la posibilidad de expresarlo y de lograrlo.

Deberían de poder hacerse consultas en las regiones que lo deseen para que sus propios ciudadanos expresen libremente cual es la nacionalidad que querrían tener y quieren que tengan sus descendientes.
Hoy en día se puede hacer todo esto de manera pacífica, nos hemos serenado al respecto, pero debe hacerse en unas condiciones en las cuales sea realmente una mayoría quien decida.

Creo que para poder ganar un referéndum que provoque la independencia debería de votarla al menos el 60% del censo (3/5), no de quien vota, del censo completo, considerando la abstención como un no a la independencia. Además no debería poderse repetir la consulta hasta que no pase un tiempo razonable, por lo menos de 8 o 10 años.
Si se contara solo con una mayoría simple y un nivel de abstención alto no debería provocar una situación tan traumática como es la separación de un país en dos, pero si una mayoría cualificada de todos los que pueden elegir apoya esta separación debería aceptarse con todas las consecuencias y crear los medios para que cada persona elija su nacionalidad y donde quiere vivir y trabajar.

Personalmente, como he dicho antes, no estoy a favor de que se produzca ningún proceso de independencia, creo que hay otras fórmulas más adecuadas, como el federalismo o un estado confederado, donde se puede mantener toda la identidad nacional y mantener un único estado, pero los ciudadanos de todas partes del mundo deberían tener derecho a la autodeterminación como derecho básico universal.



lunes, 3 de septiembre de 2012

¿Qué forma de estado es la ideal?

Hoy en día, desde abajo, desde las manifestaciones, el 15M y muchos medios de opinión por Internet parece que el Comunismo vuelve a estar en boca de muchos y a ser una opción idealizada.

Han pasado ya 20 años desde la caída del telón de acero y lo que se descubrió que significaba ya tiene unas cuantas capas de tierra encima, incluso cuando todavía quedan países como Cuba o los asiáticos donde el sistema malvive junto con avances del capitalismo.

En mi opinión, el sistema tiene dos patas fallidas.
La primera es la falta de libertad que conlleva, o ha conllevado hasta la fecha. Una persona tiene que ser capaz de desarrollarse personalmente y para ello necesita la libertad de elegir y decidir su destino, recibiendo toda clase de información y propiciando las opiniones que considere oportunas.

La segunda es que se ha tratado de fomentar una igualdad artificial entre los que más y los que menos tienen.   Las personas no somos iguales, ni lo seremos nunca, cada uno tiene unas capacidades y si se limita los beneficios que puede obtener de sus habilidades pueden pasar dos cosas, o bien que se desanime y no aproveche su potencial, o bien que lo aproveche de manera ilegal no produciendo ningún beneficio para la sociedad.

En mi opinión el sistema político tiene que garantizar una igualdad real de derechos y deberes.
Derechos como el de la vivienda digna, la asistencia sanitaria, la educación pública, el bienestar social a personas en riesgo de exclusión.
Deberes como el pago de impuestos, de manera proporcional a los ingresos, para mantener los derechos adquiridos. Como la lucha contra el engaño y el fraude de cada uno de nosotros. Como participar de alguna manera en la sociedad para su mantenimiento y mejora, principalmente mediante un trabajo activo, productivo o no, por el que se recibe un salario, del cual se paga unos impuestos, no viviendo a la sopa boba esperando que el estado financie todos nuestros gastos.

En resumen, en mi opinión debe garantizar los derechos de las personas por abajo, asegurar la libertad de las mismas y tener un sistema de financiación totalmente proporcional y fiscalizado, donde contribuya más el que más tiene, siempre, sin subterfugios, y se combata desde los propios ciudadanos y desde la administración el fraude fiscal.